Antes que se manifieste un avivamiento en la iglesia, Dios comenzará a revivir y tratar con nuestros corazones como individuos, y como el cuerpo de Cristo. Vivimos en tiempos en los que muchos creyentes se han distanciado, al punto que están dormidos espiritualmente, y ya no buscan tener intimidad con Dios. En esta prédica, el apóstol Guillermo Maldonado nos habla sobre la importancia de la transformación de nuestros corazones, y de la necesidad de tener el temor de Dios, para que la iglesia entre en un avivamiento.
En estos tiempos que estamos viviendo, el cuerpo de Cristo debe mantenerse firme como un todo y no dejar de congregarse, para seguir expandiendo el Reino de Dios en su totalidad. Muchos creyentes durante la pandemia se enfriaron y tuvieron temor de reunirse en la casa de Dios. Por esta razón, alg...