Transformación representa movimiento, cambio. Es el proceso de madurez que nos lleva a ser como Cristo.Ese es nuestro llamado, ser más como Él. El corazón es lo que somos. Es nuestra identidad. La sanidad del corazón nos conectará con el corazón del Padre. Cuando su corazón no cambia, se vuelve religioso, empieza a hacer las cosas mecánicamente. Esto afecta la forma como ora y busca a Dios y, en última instancia, dificulta su relación con Él. El corazón de una persona es el lugar de descanso de la presencia de Dios. Es por eso que la Palabra dice que, por sobre todas las cosas guardemos nuestro corazón. Si el corazón de alguien está herido, no puede ser la habitación de Dios. Esto explica por qué tanta gente no siente la presencia de Dios.