La fortaleza de Satanás es la ignorancia, mientras que la moneda del reino de Dios es el conocimiento. "para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos." 2 Corintios 2:11. Toda guerra demanda el conocer al enemigo. Tenemos que saber quienes somos en Cristo para tomar autoridad y dominio. Recupere su autoridad y recuérdale al enemigo su verdadero estatus: Derrotado, destronado, y desarmado.
El diablo quiere que usted piense que que él es más fuerte que usted, que tiene más autoridad y que puede vencerlo. Si usted sabe que él está derrotado, ya no creerá más esta mentira. Toda victoria le pertenece a Jesús. Cuando el enemigo se levante contra usted, manténgase firme y dígale "estás v...