Si hemos pecado y no nos hemos arrepentido eso puede hacer que no sintamos Su presencia. Dios nos acepta a todos, pero Él no acepta el pecado. El pecado debe ser removido antes que cualquiera pueda entrar en Su presencia.
Dios le mostró al pueblo Su gloria, la cual es Su bondad, pero nunca manifestó Su presencia. ¿Entonces cuál es la diferencia entre la gloria de Dios y Su presencia?