El error más grande es que el tiempo cura las heridas emocionales y el dolor. No es así. El dolor y el trauma tienen que ser tratados. Una simple oración y una sesión de liberación no te sanarán por completo. Si has tenido dolor durante años, no te sanarás por completo de la noche a la mañana. Es un proceso. Necesitas orar y perdonar continuamente. Tienes que permitir que Dios sane tus heridas. Necesitas ir a Dios. Cualquier dolor que tengas dentro de ti afectará cómo vives tu vida. ¿Cómo puedes ser libre? Reconoce el problema que tienes y asume que es tu problema, toma responsabilidad, arrepiéntete, perdona. Rompe cualquier maldición sobre tu vida, ya sea que la hayas dicho tú mismo o que alguien más haya hablado sobre ti. Entrégale tu dolor a Jesús.