Jesus never came to extend mercy to a specific gender or race, but to all who are willing to accept Him as their Lord and Savior. Sometimes, we feel ashamed to approach Jesus because of the sins we commit or have committed. In reality, Jesus did not come to judge, but to uncover and clean up the mess in our lives, thus bringing order in it. In this preaching Pastor Hubert speaks to us about how we should not let shame keep us from approaching God's presence, but we should come as we are so that He can bring order to our lives. 

Jesús nunca vino a extender la misericordia a un género o a una raza específica, sino a todos los que estén dispuestos a aceptarlo como su Señor y Salvador. A veces, nos sentimos avergonzados de acercarnos a Jesús debido a los pecados que cometemos o hemos cometido. En realidad, Jesús no vino a juzgar, sino a descubrir y limpiar el desorden de nuestras vidas, trayendo así orden en ella. En esta predicación el pastor Hubert nos habla acerca de que no debemos dejar que la vergüenza nos impida acercarnos a la presencia de Dios, sino que debemos venir tal como somos para que Él pueda traer orden a nuestras vidas.